martes, 26 de enero de 2010

Unidad 4. Iglesia, ¿en el mundo o fuera de él?

Hay personas que buscan a Dios recluyéndose en un monasterio; las hay que van a un país de misión; y hay otras que buscan a Dios en la sociedad en la que viven.

Muchos quisieran que la Iglesia viviera recluida sin apenas conexión con la sociedad; otros, en cambio, piensan que la misión de la Iglesia es estar en medio de la sociedad para trabajar por un mundo mejor.

¿Son posturas contradictorias? ¿Cuál fue el mandato de Jesús? ¿Qué ha hecho la Iglesia?

Los carismas dentro de la Iglesia representan variedad y riqueza. Es deber de la escuela ayudar a que cada persona encuentre su vocación específica, su “lugar en el mundo”, de acuerdo con sus convicciones, preferencias y aptitudes.

En esta unidad se presentan algunas formas históricas de seguir a Jesús. Todos ellos buscaron profundizar algún aspecto de la personalidad de Jesús, según la intuición de algunos cristianos santos. Estos caminos para el seguimiento de Jesús inciden más en la acción o en la contemplación o, para expresarlo mejor, “activos en la contemplación”.

Por otra parte, la inserción de la Iglesia en el mundo altomedieval plantea nuevamente conflictos con las autoridades civiles y con un poder emergente: el Islam.

En este tema vamos a:
  1. Comprender qué significa que la Iglesia está en el mundo sin ser del mundo.
  2. Conocer la biografía de san Benito, patrono de Europa, y la importancia que esta figura ha tenido y tiene en la historia del cristianismo y de la Iglesia.
  3. Analizar la importancia que el cristianismo tuvo, como factor de unidad, en la época posterior a la caída del Imperio romano de Occidente y las invasiones bárbaras.
  4. Conocer la Iglesia en tiempos de Carlomagno.
  5. Descubrir el origen, sentido y aportación a la historia de la Iglesia del monacato.
  6. Analizar la expansión del islam y la presencia de la religión cristiana en la España musulmana.
  7. Saber caracterizar, distinguir y valorar el arte románico.
  8. Comprender la importancia del equilibrio entre acción y contemplación en la vida de la Iglesia.
  9. Descubrir qué significa que la Iglesia está al servicio del mundo.

lunes, 11 de enero de 2010

Arte bizantino


Historia del arte religioso cristiano


La profesora Maria Magdalena Ziegler nos presenta una excelente web sobre la "Historia del arte religioso cristiano".

Esta web está dividida en cuatro secciones:

  • Clases: en esta sección se pueden descargar 14 clases con unas excelentes presentaciones.
  • Galería: una selección de imágenes que se van analizando en las clases.
  • Evaluación: un foro de discusion, dos blog de análisis y conográfico y diferentes artículos y materiales de apoyo.
  • Apoyos: una sección con 8 excelentes vídeos sobre algunas épocas o etapas del arte cristiano.

Otra web interesantes sobre temas de arte cristiano


LOS CONCILIOS DE LA IGLESIA CATOLICA 1

La Iglesia en tiempos del Imperio Romano

Arquitectura paleocristiana


sábado, 9 de enero de 2010

Edicto de Tesalónica


Desde el año 64 d.C, hasta el 311 d.C, la Iglesia sufre una serie de persecuciones romanas en la que mueren numerosos mártires. La última y la más fuerte, fue la de Diocleciano. En esta gran persecución se demostró la imposibilidad de resolver el “problema cristiano” mediante la violencia. Se inició, así, un período a partir de un edicto de Galerio del 311, en el que se les toleró por primera vez, con tal que no perturbasen el orden público. Poco después, el 313, Constantino y Licinio promulgaron un nuevo edicto según el cual “que a nadie se niegue la licencia para seguir o elegir la observancia de la religión Cristiana, sino que sea lícito a cualquiera adoptar la religión que estime debe seguir”; según el mismo edicto debían ser devueltos a los cristianos los lugares de culto y bienes anteriormente confiscados. Con este edicto quedaron todas las religiones equiparadas.

A partir de estos edictos, la Iglesia fue paulatinamente favorecida por los emperadores, salvo algunas situaciones excepcionales, con lo cual las religiones paganas fueron cada vez menos toleradas.

Teodosio I, también conocido como Flavius Theodosius, nació en Hispania alrededor del 346; murió en Milán el 17 de enero del 395. Fue el último emperador que gobernó oriente y occidente, porque a su muerte, el imperio romano se dividió en dos entre sus dos hijos: Arcadio en Oriente y Honorio en Occidente.

Teodosio es uno de los soberanos llamado Grande por consenso universal. Él erradicó los últimos vestigios del paganismo, terminó con la herejía arriana en el Imperio, pacificó a los Godos, dejó un famoso ejemplo de penitencia por un crimen y reinó como un justo y poderoso emperador católico. Gran parte de la actividad imperial consistió en esforzarse por establecer la fe Católica y reprimir a los arrianos, a veces de forma violenta: en el 390 ordenó la masacre de 7.000 ciudadanos insurrectos de Tesalónica (Grecia).

En el año 380 el emperador Teodosio el Grande promulgó en Tesalónica la constitución Cunctos Populos que ordenaba a todos los pueblos la adhesión al cristianismo, convirtiéndolo en la religión oficial del Imperio. Este acto fue, en realidad, una certificación del alto nivel de cristianización que tenía ya la sociedad romana y una medida de cohesión política del Estado, en unos tiempos en los que se hallaba en franca disolución. Mas detalladamente, los motivos por los que se promulgan los Cunctos Populos, son los siguientes:

- La mayor parte del pueblo romano ya estaba bautizada en el cristianismo, por lo que la institución definitiva del cristianismo era simplemente la certificación de este alto porcentaje de cristianos.
- El Imperio necesitaba una mayor unión, por lo que la religión unificaría todo el imperio. Probablemente, el Imperio se hubiera disuelto si no se hubiera unido por el cristianismo.


Con éstos motivos, Teodosio I, decidió bautizarse poco antes de que muriera. Por aquellos tiempos, si un Emperador o rey se convertía a una religión, todo el pueblo lo hacía detrás. A continuación, hay un texto expedido por Graciano Augusto, Valentiniano y Teodosio Augusto, en el que se verifica y se afirma que el Imperio Romano se convierte al cristianismo:

“Deseamos que todas las gentes gobernadas por nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos y que es la que hoy en día profesan el pontífice Dárnaso y el obispo de Alejandría Pedro, hombre de santidad apostólica. Según la disciplina apostólica y la doctrina evangélica, dicha fe dice que hemos de creer en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, iguales en majestad bajo la Santísima Trinidad. Por esta ley disponemos que los que sigan esta norma sean llamados cristianos católicos. Los demás, a quienes se puede juzgar como locos, sufrirán la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no serán considerados como iglesias y serán destruidos tanto por la venganza divina como por nuestra iniciativa, que tomaremos de acuerdo con el arbitrio celeste.”

Expedido por Graciano Augusto, Valentiniano y Teodosio Augusto, Emperadores, el día tercero antes de las kalendas de Marzo.

Tras es la constitución de los Cunctos Populos, el Imperio Romano dio un cambio en cuento al comportamiento con las religiones. Ahora, los cristianos eran libres totalmente y además podían manifestar su fe. Es aquí cuando se empiezan a edificar las basílicas, baptisterios, etc., porque el cristianismo ya es la religión oficial del Imperio Romano.

Edicto de Milán


El Edicto de Milán (313), conocido también como la tolerancia del cristianismo, fue un edicto promulgado en Milán que estableció la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.

En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1.500 sedes episcopales y al menos de 5 a 7 millones de habitantes de los 50 que componían al imperio profesaban el cristianismo. Después de la aprobación, se inició según se conoce por los historiadores cristianos, la Paz de la Iglesia.

Antecedentes

Anteriormente, en el año 311 el emperador Galerio había emitido en la ciudad un edicto conocido como el "Edicto de Tolerancia de Nicomedia". En él se concedía indulgencia a los cristianos y se les reconocía su existencia legal y libertad para celebrar reuniones y construir templos para su Dios por lo que la persecución de los mismos finalizaría.

"Habiendo recibido esta indulgencia, ellos habrán de orar a su Dios por nuestra seguridad, por la de la República, y por la propia, que la república continúe intacta, y para que ellos puedan vivir tranquilamente en sus hogares."[Emperador Galerio]

Desarrollo

En un intento por reintegrar el imperio Romano bajo una sola autoridad, Licinio se armó en contra de Constantino. Como parte de su esfuerzo para ganarse la lealtad del ejército, Licinio eximió al ejército y los funcionarios públicos de la práctica de la política de tolerancia que imponía el edicto, permitiéndoles continuar la persecución de cristianos. Como consecuencia de esta orden, algunos cristianos perdieron sus propiedades y hasta la vida. De ese entonces sobrevive una leyenda, que cuenta de 40 cristianos en Sevaste, al negarse a ofrendar vino a los dioses paganos, fueron torturados y encarcelados. Al rehusar aún participar en el rito, fueron obligados a mantenerse de pie desnudos sobre el hielo del invierno hasta la congelación. Unos cuantos cedieron y aceptaron renunciar al cristianismo con tal de acompañar a los soldados en las fogatas, al mismo tiempo que un número igual de soldados decidieron confesar su hasta entonces secreta devoción al cristianismo y se unieron a aquellos en el hielo. Cuenta la tradición que descendieron del cielo ángeles, quienes colocaron coronas en las cabezas de los mártires.

En el año 324 se reanuda la guerra entre ambos imperios. Constantino logra vencer el 3 de julio de ese año al ejército de Licinio en la Batalla de Adrianópolis cercándolo dentro de las murallas de Bizancio. Por otro lado, gracias a la victoria que consigue el primogénito de Constantino, Flavio Julio Crispo, sobre la flota de Licinio, obliga a este a retirarse a Bitinia donde pierde su último puesto el 18 de septiembre durante la Batalla de Crisópolis. Constantino entonces ganó la sola posesión del imperio, y ordenó que Licinio fuera internado en Tesalónica, donde intentó alzarse en armas y fue ejecutado por traición.

Características

El edicto o constitución imperial fue aprobado entre otra serie de medidas tomadas en conjunto por los emperadores romanos de oriente y occidente en junio del año 313.En el mismo se establecía lo siguiente:

"Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión... que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle".

Consecuencias

El edicto de Milán no sólo significó el reconocimiento oficial de los cristianos sino que trajo como consecuencia profundos cambios dentro del Imperio romano, así como el comienzo de la expansión de la Iglesia. El ejercicio del edicto devolvió a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades, que habían sido confiscadas por las autoridades romanas y vendidas a particulares: “las propiedades habrán de ser devueltas a los cristianos sin exigir pago o recompensa de ningún tipo, y sin admitir ningún tipo de fraude o engaño”. Esto le brindó al cristianismo (y a cualquier otra religión) un estatus de legitimidad junto con el paganismo, y en efecto, depuso al paganismo como la religión oficial del imperio romano y de sus ejércitos.

Todavía no se han recuperado registros en piedra del edicto. Las citas que se le conocen provienen de los capítulos 35 y 48 del documento histórico De mortibus persecutorum (latín: “Sobre la muerte de los perseguidores”), escrito por Lactancio.