La historia ha conocido diversas versiones cinematográficas. La más célebre es la hollywoodiense de Mervin LeRoy, de 1951, con Robert Taylor y Deborah Kerr.
El film narra el regreso a Roma del oficial Marco Vinicio, quien tras intervenir en las guerras de Asia menor, ha quedado prendado de una misteriosa joven, Ligia. Para conseguir su amor no duda en ahondar en una nueva religión que acaba de llegar a la capital del imperio, y que atrae a su amada: el cristianismo. Lo malo es que Nerón, a la hora de buscar un culpable a un incendio que asola Roma, decide 'cargar el muerto' a los cristianos.
Hasta que los cristianos no fueron reconocidos oficialmente por el emperador Constantino I el Grande con el Edicto de Milán en el año 313, sus cultos y creencias tenían que ser practicadas secretamente ante el temor de ser perseguidos y condenados a muerte.
El poder y sus caprichos, la esclavitud, la libertad y buenas dosis de romanticismo sirven para mostrar los primeros y firmes pasos del cristianismo, que en los tiempos del pirómano Nerón (año 64) estaban percibidos como una secta peligrosa, sirviendo sus fieles componentes como banquete para hambrientos y feroces leones ante las miradas extasiadas de la agitada muchedumbre romana.